domingo, 28 de septiembre de 2008

EL PROFETA

Arrojo en el hueco de mi estómago
tus oraciones de miedo y rabia,
levitador sobre las aguas
en la tierra de los muertos.
Y las arrojo rellenando el espacio
del hambre, los trazos del deseo sesgado,
el dolor de los cuerpos amortajados.

Postulante en el circo
de la única razón, del destino incierto,
del temor a la vida en vida
con tu dedo acusador y anónimo
sobre mi carne acuchillada,
sobre mi sexo mutilado,
sobre el deber de mi conciencia
de señalarte con gestos desencajados

No me digas, manipulador,
que la pureza se halla en tu memoria
que las estrías y recorridos de mi piel
escriben arabescos con tus palabras,
que el dolor de mi femineidad
se ahoga en tu historia primigenia
componiendo los retazos de la estirpe
que se mantiene encadenada.

Miro al frente solitaria y silente,
a esos lugares donde no puedes verme,
por ese camino entrevisto
ajeno de mantos y estériles disfraces
componendas de tu sagrada palabra,
de la sangre a llantos,
estercolero oceánico de mandamientos
que anuncian la redención de mi cuerpo,
fructífera mercancía
en la ciudad de los falsos fastos
de los falsos profetas
del discurso mudo.

Palpo los granos calientes
de la arena seca de esta tierra.
Los pies desnudos, el alma rota
al contacto carnal con mi pasado

Y veo a mi madre como pájaro sin alas
en el cuartucho africano,
herida por la bala perdida
del respetable cazador.





4 comentarios:

mjromero dijo...

Lo interpreto como un canto de liberación, es uno de tus mejores poemas, Ichiara, el más completo se me ha erizado ...iba a decir el vello, pero lo que se me ha erizado es la voz.
Un beso.

Carlos Paredes Leví dijo...

Qué grande es usted, Maestra...y con qué genialidad toca todos los palos...¡¡¡
Una reverencia.

Isabel chiara dijo...

Sí que es un canto de liberación y de catarsis de tanta miseria que llevamos a cuestas, Alfaro. Gracias por tus palabras, son muy alentadoras.

Un beso

Isabel chiara dijo...

Carlos, no sé qué decir, sólo gracias infinitas.La reverencia es mía.

Un beso