jueves, 21 de agosto de 2008

Anoche, con Bellini

Anoche estuve en un funeral gay
entonando a dúo con Bellini
que paseaba altivo y desafiante
por entre las cientos de miles de rosas
sobre las que descansaba el muerto.

Anoche estuve rampando
con el barón de novela, tambaleante,
agazapada en un árbol sin hojas
de retorcidas ramas parduzcas
que se enredaban descaradas.

Anoche estuve en tus sueños.
Y me perdía por entre los cuatro dedos
de increíbles personajes de cuento,
enanos de línea precisa, y otros
tantos de los que ya no me acuerdo.

2 comentarios:

mjromero dijo...

Dos poemas de una vez, es una suerte,
el poema de la ciudad tengo que leerlo más veces, es más denso, sobre todo el final, me ha chocado mucho.
Anoche con Bellini, mezclado con Calvino,con su barón rampante es como más naif, me gusta, me gusta mucho este discurrir que haces del tiempo, muy breve, y unido al sueño a la lectura.

Isabel chiara dijo...

Todo está unido al sueño de la lectura, de la tradición, no nos podemos despegar de eso. Aunque busquemos nuevas formas, otros caminos, la memoria estará siempre recordándonos en los cuerpos y sentimientos de otros.

A dos metros bajo tierra, una serie de tv que ando revisionando me da juego. No hay más que la experiencia de otros y nuestra.

La ciudad tiene su densidad en la historia de mi presente/ausente en cuatro casas distintas. Me cuesta a veces llevar el peso.

Un beso