y la robas
mientras yo me desvanezco
en el acero
de calles ciegas perpendiculares
al trazado
de un camino sin salida.
Recorro el laberinto de heces
hambrientas
y te encuentro jugueteando
de nuevo
con mi sombra solitaria
silueta acaso
del fantoche iluminado.
No quiero cruzar a nado
te grito
las aguas fecales bajo mis pies
sombrías
y letárgicas como el sueño
Infantil
desfigurado por el tiempo.
3 comentarios:
... y tan a ratos que se deja caer alguna sombra por aquí,aunque sea después del desvanecimiento urbano...
afortunadamente, el asfalto resiste y nada del subsuelo aflorará bajo nuestros pies.
Eso espero, Alfaro, que no me pase con el asfalto como con los colchones, que desde que vi hellraiser me dan horror.
Tan a ratos, tan largos, que se me hace cuesta arriba la vida.
Un beso
Creo que a menos que uno sea impenetrable, no se puede evitar que en algún momento, alguien nos robe la sombra, nos deje hechos piltrafa, nos encontremos en un cul de sac y chapoteando en medio de aguas servidas.
Intenso, Isabella
Baci
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